Iniciar este nuevo periodo implica también evolucionar en esta práctica, el crecimiento de ciudades parece que no se detendrá, por esto el compromiso de un ejercer responsable puede mejorar los espacios funcionales para las personas y la funcionalidad de las metrópolis.

Entre los desafíos que se nos presentan está la necesidad de una verdadera solución efectiva a la movilidad urbana, mejorando la calidad de vida de quienes la transitan e impactar positivamente el medio ambiente. Contamos con un diseño de calles que debe crecer de la mano con este nuevo comportamiento, teniendo presente que ahora hay sitios de paso y otros de residencia los cuales ya no serán más estáticos en las rutas diarias.

Según estadísticas mundiales, para el año 2050 se estima que una población de 2.800 millones de personas, lo que significa que los niveles de afluencia urbanos estarán en su máxima capacidad.

Actualmente, Latinoamérica está dentro de las tazas de mayor crecimiento urbano, lo que significa también que se provee sea un desarrollo a mayor velocidad promedio. Esto quiere decir, como ya lo notamos en nuestro país, todo un replanteamiento y reestructuración de capitales.

Desde varias perspectivas para que sean más seguras, como crear o renovar espacios de ocio en urbes altamente cargadas de comercio, distribución adecuada de zonas residenciales de las comerciales, edificaciones multiuso, readecuación de estructuras, modificaciones de alcantarillado.

La infraestructura urbana no debe estar exenta de participar en la gestión de los flujos de habitantes y la movilidad, pues es real su incidencia en la prosperidad humana. Abogar por un paisaje urbano organizado, concebido y diseñado de manera multidisciplinar para su sostenibilidad a lo largo de las décadas por venir.

No se debe olvidar que todo este trabajo parte no solo de un ente inerte que debe interactuar efectivamente con la dinámica de vida de sus pobladores, sino que tiene que convertirse en un ecosistema armónico para las exigencias actuales del cambio climático.

Consurbanes (Mariana Sáenz Mora)